29 de julio de 2012

Siento que mi vida es perfecta, que es todo lo que siempre esperé que sea. 

Siento que estoy en esa edad que de grande voy a recordar como una de las mejores, esos tiempos a los que desearé con todas mis fuerzas volver. 

Con tan solo quince años, "plena adolescencia", pocas responsabilidades, una familia hermosa y amigas geniales. ¿Que más se puede pedir? 

También siento que el hecho de que todo vaya tan bien es lo que hace que mis miedos sean mucho más grandes. Esa inseguridad de perder todo en un segundo, de pensar que las cosas no van a seguir así por mucho tiempo más... 

Miedo a los problemas, a las enfermedades, las muertes. Miedo a lo que va a venir, a lo que pueda ser de mi vida dentro de horas. Miedo a lo imprevisible. Miedo al paso del tiempo, a los cambios, al destino. 

Miedo a que por culpa de mis miedos no pueda aprovechar al máximo todo lo bueno que tengo.