31 de diciembre de 2014

Despidiendo un año lleno de holas y chau, de cambios, grandes momentos, muchos descubrimientos.

Descubriendo gente que tenia cerca pero no conocía realmente, descubriéndome en ellos, en mi interior.

Fue un año que se dividió en etapas, que paso a su propio ritmo y de esos que al finalizar te dejan con la sensación de haberse ido demasiado rápido aun cuando se vivió cada segundo como si durara horas.

Sin poder creer que realmente me encuentro habiendo terminado la secundaria este 31 le digo chau a 14 años adentro del mismo colegio y otros tantos con mis compañeros. Viéndome a mi misma en esos pasillos pensando en cuando empezaría a usar las carpetas en vez de los cuadernos e imaginándome grande, cuando termine… Ahora no me siento grande, ni siquiera lo suficiente como para empezar con esta etapa de nuevas decisiones y responsabilidades.

Me digo hola a mí. A la yo producto de los cambios que vienen y que pasaron. A mi misma llena de miedos y ansiedades. A mí junto a las personas que tengo cerca. A mí gracias a quienes aunque ya no estén tan cerca forman parte de quien soy. Le digo hola a este año que se viene. Brindo por los míos, por un mundo mejor y con el deseo de que todos tengan algún motivo para festejar.  

26 de diciembre de 2014

Gotas de lluvia

Ellas llegan sin permiso e inundan los rincones abandonados llenándolos de esa magia que trae la lluvia consigo, limpiando el polvo de lo antiguo y olvidado con nuevas energías y creando postales para el recuerdo. 

27 de noviembre de 2014

Hoy saliendo de ese salón como alumna por última vez deje atrás quince años entre las paredes de un colegio que se convirtió en mi casa. 

Un colegio que me vio llegar de la mano de mis papás con a penas dos años y medio y una mezcla de miedo y ansiedad. 

Un colegio que me vio crecer poco a poco, aprendiendo cada día algo nuevo junto con los compañeros de siempre, los que se fueron sumando y los que se fueron antes. 

Jardín de tres, cuatro y preescolar... jugando, con llantos, caprichos, riendo y muchos descubrimientos.

Primaria. Al principio rodeada de gigantes, todos altos, leían y escribían rápido y en carpetas, mas de una seño por año y compañeros nuevos. 

Terminando sentía que ya había crecido y era grande hasta el primer día de la secundaria cuando volví a ser de los que tenían que esperar a que termine el recreo para comprar en el bar porque había una barrera de personas que median el doble que yo. Ni hablar de el encuentro con los profes que te hacían saber que no eras grande y no sabias nada.

Hoy diciéndole chau a esa secundaria que tanto me asustaba me siento mas chica que nunca. Desnuda. Con un montón de herramientas que no se usar y cosas que arreglar. Pero esta vez no es como las anteriores cuando por mas miedo que me de lo que empezara siempre todo dejaba de importar cuando miraba al rededor y estaban ellos, los de siempre, mis compañeros. 

Ahora soy yo la que elijo mi camino, decido quien y que quiero ser y me toca luchar por conseguirlo.

Hoy me doy cuenta que de ese colegio me llevo cada risa, pelea, llanto y abrazo, cada reto y enseñanza pero por sobre todo me llevo personas increíbles.

30 de septiembre de 2014

¿Por qué será que tengo esa necesidad constante de vivir en búsqueda de la perfección en cada cosa que hago? Se que es la búsqueda de la nada misma, que es perseguir una meta inexistente y que jugar con el límite entre el progreso gracias al intento de llegar y la locura que acompaña la frustración de sentir el esfuerzo y que la meta solo sea como un oasis en el desierto. 

Tengo miedo de mi. Hoy se hasta donde. Soy capaz de razonar y controlar la idea de perseguir esa utópica perfección y me impulsa a tratar de dar lo mejor de mi en todo lo que empiezo. Tengo miedo de que se me convierta en vicio, de abusar de pensar que todo lo puedo controlar y perder el control. 

No quiero terminar siendo una obsesiva. Tampoco quiero relajarme y bajar mi rendimiento. 

Camino por una linea delgada y por el momento no me caigo, pero ¿cuánto me va a durar el equilibrio? 

17 de septiembre de 2014

Siempre llamó la atención esa frase que recomienda mirar el vaso medio lleno, la idea de tener un vaso y una situación que pasaba de positiva a negativa dependiendo solo de como se la exprese, de la perspectiva y el punto de vista que se use para analizarla. El vaso está medio lleno, el vaso está medio vacío, solo es la descripción del mismo vaso... en realidad nada cambia, el vaso tiene la misma cantidad de agua con cualquiera de las dos oraciones que se usen para describir su estado, sin embargo una denota optimismo y la otra lo contrario. 

La vida se ve repleta de situaciones que son, son lo que son con sus aspectos positivos y negativos, a veces mayoría de unos, otras veces de los otros pero siempre van a estar estos dos lados. En estas situaciones depende completamente de uno decidir que tomar, que perspectiva utilizar al verlas, pero lo más sano es siempre tener en cuenta las dos y entender que una no quita la otra, que por más negativo que sea lo que pase siempre va a tener esa pequeña cuota de positividad, aunque parezca escondida, aunque solo sea la enseñanza que nos queda después de vivirla, siempre algo bueno podemos encontrar. 

En el último tiempo se vive de todo, especialmente inseguridad, miedo, actos atroces, casos horribles de matanzas y robos, violencia, sobre todo mucha violencia. 
Hay casos que tocan de cerca, por suerte hasta ahora nada demasiado grave, pero estos casos me hicieron pensar mucho en la gente que me rodea y sus reacciones fueron las que me hacen creer, creer que se puede el cambio mas allá de la dificultad que representa, que no todo esta perdido. Por sobre todas las cosas me hizo feliz darme cuenta la calidad de personas que tengo a mi alrededor, encontrar en ellos unión, solidaridad y compañerismo, me hizo valorar el simple hecho de que estén en mi vida. Y en ese momento, en el que vivía la bronca de todos y en mi interior encontraba alegría y paz pensaba en estas cosas locas de la vida, en las relatividades y los puntos de vista. Mi alegría no quita la angustia ni el poder ver la realidad, las ganas de que las cosas cambien y el estar dispuesta a intentar cambiarlas, solo hace que las ganas estén siempre presentes, que la esperanza en que se puede no se vaya y que el camino sea un poquito más fácil porque siempre que se pelea de a muchos aumentan las posibilidades y nosotros contamos el uno con el otro para pelear juntos. 

15 de agosto de 2014

Sin muchas expectativas esperaba ansiosa contagiada por la ansiedad de todos y las ganas de que llegue la fecha de irnos a Bariloche. 

Sin poder creer en el momento de mi vida en el que me encontraba me subía a ese colectivo lleno de personas, todos en la misma situación y con las mismas ganas de hacer que ese viaje sea inolvidable. Dos locos que agarraron nuestros ideales sobre lo que iba a pasar y se los cargaron al hombro para cumplirnos en todo. Y dos padres que nos adoptaron como hijos desde el minuto numero uno. 

La falta de expectativas se debía a mi patética y cagona forma de ser, esa necesidad de crear escudos y preferir inconscientemente que las cosas me sorprendan pero que no decepcionen. 

Desde el primer momento en ese colectivo fue imposible no empaparse de alegría, ganas, y por sobre todo buena onda. Quería de conocer a todos, aprovechar el tiempo y no perderme de nada.

Encontré en el colegio que viajaba con nosotros lindas personas con las que compartimos días llenos de momentos increíbles, en la mamá y el papá que nos acompañaron la contención y los abrazos, los consejos y mucho cuidado, en los coordinadores el enchufe de energía cada mañana cuando nos costaba levantarnos y nos tiraban abajo la puerta y cada noche cuando el cansancio y el sueño se hacían presentes y ellos seguían bailando, cantando y saltando habiendo sido los últimos en acostarse y primeros en levantarse, por último en mis compañeros encontré al grupo que hasta el momento no éramos.
Bariloche fue un encuentro y nos hizo un grupo que termina junto un etapa importantísima para cada uno de nosotros. 

Bariloche fue el recreo más largo de nuestra vida. 

16 de julio de 2014

Teñimos las épocas, los meses y los días del color de lo vivido.

Mi época Julio-Agosto esta hace 4 años teñida de agonía, no tristeza sino recuerdo melancólico, tu cara (abuelo) en mis pensamientos más de lo normal. 

Desde la felicidad e incredulidad de tu mirada ese día de julio en tu cumpleaños, en esa fiesta sorpresa, al entrar y vernos a todos. La paz que antecede a la tormenta. Ese otro día de julio en el que una llamada tarde en la noche ya no sorprendía pero si dolía. El transcurso hasta el 3 de agosto y el fin de la agonía tuya, nuestra, de todos los que te queríamos bien. Y de los que intentando a duras penas dejar de lado el egoísmo ya rezábamos para que en paz descanses si es que imposible era que en paz vivas.  

Hoy el camino de la espera no conduce a un final triste y que loco es contar los días y teñirlos de fiesta, pintando por sobre lo ya pintado. 

La cuenta regresiva me lleva a un 3 de agosto diferente, a un colectivo rumbo a Bariloche, a un viaje de egresados esperado por años y años, a vos conmigo pero nunca más lejos en el día en que te fuiste va hacer ya cuatro años atrás. 

Un Julio-Agosto diferente, nuevamente teñido de espera. Pero que diferencia! Colores distintos llevan a un mismo día, dos recuerdos que van a convivir dejando una mezcla agridulce.  

25 de junio de 2014

Nos tapan los ojos, mi mundo desaparece y todo sentimiento de autosuficiencia y seguridad se va con el, paso a otra dimensión donde no vale distraerse. Empieza el juego. 
La actividad se trata de seguir las instrucciones de la profesora sin poder ver... Nos indican cual era nuestra posición inicial y de ahí en adelante tuvimos que hacer una ronda, girar para un lado y para otro, saltar en el lugar y de vez en cuando responder para que pared del gimnasio en el que nos encontrábamos creíamos que estábamos mirando. Después de la primer vuelta la respuesta me pareció fácil y salió con rapidez, a la segunda vuelta también conteste rápidamente pero resulta que mi pobre sentido de orientación me había jugado una mala pasada, convenida de estar mirando para un lugar miraba al opuesto, ya todo era mucho más raro. 
La sensación de estar completamente perdida, las ganas de ver, el sentimiento de ansiedad e inquietud estaban ahí y sin embargo hasta el momento siempre estuve tomada de las manos con un compañero de cada lado. Cuando nos hicieron soltarnos y se me alejaron apareció un completo vacío. 
Terminamos teniendo que correr a un ruido de palmas y una voz guía... sí correr... por suerte quedé para el final y lo hice de la mano con una compañera, aun así no fue nada fácil confiar lo suficiente para tomar velocidad.
Cuando volvimos a nuestro mundo nos sentamos a charlar de lo que nos había pasado durante el ejercicio y entre variadas conclusiones la frase final fue... es como la vida.
Nos sentimos auto suficientes, muchas veces súperpoderosos y nos dimos cuenta lo vulnerables que somos al perder tan solo uno de los sentidos. También, de la misma forma en que daba tranquilidad estar junto a otras personas necesitamos esa seguridad de estar de la mano con otros, la compañía de quienes más queremos y nos quieren para transitar cualquier camino.

1 de junio de 2014

Jugando con los más chiquitos de las familias, volviendo a tener 2 años, corriéndolos, subiendo y bajando una y otra vez al tobogán, averiguando el porqué de sus enojos repentinos y volviendo a ser amigos a los pocos segundos, manejándonos con palabras claves y dedos que señalan, exclamaciones y sonrisas. Viendo divertida como su mayor problema es tratar de trepar el tobogán por el lado de la rampa en vez de la escalera y evitar a sus madres que a toda costa buscan meterles pedazos de comida en la boca.
Observando la simpleza e inocencia y aprendiendo de ellos, absorbiendo la alegría que les causan las cosas más pequeñas. Disfrutando de esos abrazos repentinos y desesperados que buscan seguridad y protección cuando se acerca alguien desconocido o algún perro que quiere "atacarlos" para jugar. Riendo con ellos en cada nuevo gesto que logran.
Momentos que llenan el alma de ternura, inocencia, alegría y paz. Disfrutar desconectandome un rato de todo.
Y por esto a la pregunta ¿Te gustan los chicos? la respuesta sale sola y sin pensarla, y al gracias de las madres por "cuidarlos" tengo que devolver un gracias por compartirme la magia de sus hijos. 

11 de mayo de 2014

Pequeños gestos que significan mucho. 
Con noventa y ocho años y gran lucidez ella entra a su antigua habitación a dar alientos y fuerza a una mujer recostada en una cama que sin moverse pero con una mirada comunica su estado. Le acaricia la cabeza y la besa, le dice que tiene que ser fuerte y salir adelante pero se nota es sus movimientos que no tiene mucha fe en que lo logre, repite las caricias sin querer irse y con el dolor de lo que podría ser una despedida, mira la habitación con cierta intriga y nostalgia, no sabe por qué la trasladaron y no le gusta la idea de abandonar a su compañera estando mal. 
Yo estaba parada junto al marco de la puerta mirando con atención y sintiendo que se inundaba el ambiente con un clima de gran privacidad y entendimiento más allá de la ausencia de respuesta. 
Fue un pequeño gesto sentido y sincero, cargado de cariño, empatía y un intento desesperado de esperanza. 
Esto fue lo que me conmovió, la sinceridad y transparencia, los  sentimientos a flor de piel, la vida misma en un solo acto, en un momento donde encontrar gestos reales es cada vez más difícil entre imágenes creadas para poder complacer a la sociedad y actos por pura conveniencia. 

26 de abril de 2014

En ellos me encuentro conmigo. En sus ojos veo pequeños pedazos de mi alma. Sus abrazos me completan. Sus vidas me enseñan a crecer. Mi familia.

15 de marzo de 2014

Vivimos entre permanentes subjetividades, somos presos de nuestras formas de ver el mundo y no todos saben aceptar lo parcial de estas visiones. 
Muchas veces creemos ser dueños de la verdad, no nos parece posible que las cosas no sean como creemos, no podemos tomar como ciertas las versiones ajenas y esto lleva a enfrentamientos sin fin. 
Se trata de ponerse en el lugar del otro ["antes de juzgarme sal a dar una vuelta en mis zapatos"], se trata de ver el mundo desde otra perspectiva, estar abiertos a dejarnos convencer, a dudar de nosotros mismos, a conseguir una idea producto de sumar distintas opiniones.
Se trata de no ser tan egocéntricos, egoístas y soberbios. 
Se trata de dar lugar a los otros en nosotros y de la misma forma acercarse a los demás. Interesarse por quien esta a nuestro lado más allá de los beneficios que nos traiga. 
Se trata de dejar de lado las ideas de este mundo consumista donde lo que vale que es la mayor producción en el menor tiempo, donde todo tiene que dejar ganancias y el tiempo es dinero. 
Se trata de ver a las personas como personas. De aceptar nuestra imperfección y aprender a complementarnos con los demás. Intentar entender y ayudar. Preocuparse, acercarse y prestar una mano, un oído, un abrazo o un hombro sin esperar que nos paguen por eso. 

13 de marzo de 2014

Ultimo primer día de clases

Vivo el día a día como si tuviera una sentencia de muerte programada para el día siguiente de mi graduación. 

Ya desde fines del año pasado empezaron las advertencias tales como "disfruten este verano que va a ser el último tranquilo" y demás de frases por el estilo. De la misma forma empezó este año, las advertencias se multiplicaron por mil pero todo comienza a ser más real. 

Noche despiertos, espuma, papelitos, canciones, saltos, festejos. Todo por empezar el año y por esperar a irnos a Bariloche... En mis adentros no encuentro mucha lógica pero siempre es bueno disfrutar de un festejo. 

Esto no significa que no tenga entusiasmo solo que no soy tan... ¿expresiva? como para estar saltando y cantando por la calle pero todo es válido en este último año y hasta está social mente justificado. 

Los panoramas que se pintan a futuro son de lo más desalentadores, básicamente nos hacen creer que vamos derechito a una cárcel donde empieza el fin de nuestra vida social, solo queda encerrarse con un libro 23 de las 24hs diarias y sentarse en el piso en caso de elegir la educación pública. Bueno esta bien, puedo llegar a ser un poco exagerada pero aseguro que no es lindo lo que pronostican diciendo cada quince segundos que disfrutemos del mejor año de nuestras vidas. 

"El mejor año de nuestras vidas" me quedo con esa frase y la doy vueltas en mi cabeza. Sea o no cierta me niego completamente a creerlo. Yo no entiendo muy bien que pasa por las cabezas de aquellos que empiezan el año con estas expectativas pero seguro que no tienen ni un mínimo amor propio para protegerse de lo que va a suponer en diciembre caer en la cuenta que según lo planteado todo lo que queda por vivir va a ser siempre peor. 

Otra cuestión y no menor es la siguiente pregunta a la  que cualquier alumno de quinto año se enfrenta como mínimo una vez por día: "¿que vas a estudiar?" Como si ya no fuera suficientemente traumática la situación de despegarse del colegio, esa institución en la que viviste por años (en mi caso 15) y junto con la que dejas atrás recuerdos y amistades, profesores, conocidos, seguridad, y tener que jugar a ser adultos de un día para otro cuando nos toca pensar una carrera que determina el futuro de nuestras vidas, mientras todavía nos sentimos infantiles, inmaduros y dependientes. Siguiendo con la idea, nos dedicamos el año a pensar y pensar en la carrera indicada pero también nos saturamos y tratamos de olvidar el tema, ahora si, los adultos preocupados por nuestro futuro (entran en esta categoría cada uno de los que formulan la pregunta incluyendo esa mujer en la parada del colectivo y la cajera del super) se encargan de traer a colación el tema, recordarnos que tenemos que crecer y decidir, que el tiempo se acaba y que obviamente la sentencia ya se firmo para fines de diciembre y "hay que disfrutar porque termina el mejor año".

El sentimiento que resulta es alegría, emoción, ansiedad, miedo y desesperación. 

La verdad que me asusta mucho más elegir que empezar una carrera. Y le tengo mucha más fe a la etapa que sigue de la que soy capaz de reconocer. 

Este año por lo pronto se vive en cámara lenta pero pasa muy rápido. 

"No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros." Paulo Coelho 





9 de marzo de 2014

"Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo."
"Debemos escuchar al niño que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de instantes mágicos."

Paulo Coelho 

16 de febrero de 2014

Avisan por altavoz que la busquen porque tenía visitas. Se asoma al pasillo. Nos reconoce. 

Sus ojos se llenan de una mezcla de felicidad y nostalgia. Nos agradece que vayamos y cuenta que los días se le hacen largos, que cuesta pasar las horas y que le alegra que vayan a verla porque le gusta ver gente y poder hablar... Le gusta el lugar donde esta, la tratan bien, hay buena comida y puede salir a pasear por lo grande del espacio. Pero no hay excusas que valgan cuando la monotonía se apodera de los días y la vida se comienza a transformar en una sala de espera en la que uno se sienta viendo en el reloj el pasar de las horas y en el almanaque los meses sabiendo que ya todo esta por terminar, sin poder hacer demasiado para que la espera sea mas interesante y tampoco pudiendo evitar el final. 

Ante la pregunta de "¿Cómo estás?" su respuesta muestra su sabiduría "Y... acá estamos... hay que tener paciencia!" 

Sin escuchar, sin ver bien, caminando despacito y a grandes esfuerzos pero con una mente en excelentes condiciones que recuerda detalles precisos del siglo pasado, la paciencia es lo único que puede ser salvadora de la locura. 

Y me quedo ahí, admirándola, con la mirada fija en las arrugas de su piel, una sonrisa imborrable en mi cara, ojos curiosos y temerosos y un terremoto interno. Intento grabar en mi cada una de sus palabras, aprender de su forma de tomar la vida, escuchar todo lo que dice y siento, una vez más, que el tiempo me corre y tiene asegurado su triunfo antes de empezar la carrera. La vuelvo a mirar. Esta vez a los ojos. Me encuentro con sus ojos, su mirada, su interior. Encuentro dolor, cansancio, resignación, encierro, el peso del pasado que fue y no volverá a ser, de las muertes que la dejaron sola, del sacrificio como emblema de su vida, de la necesidad de recibir más porque dio todo. 

Así con esa lucidez que la caracteriza nos cuenta algo que hasta a ella la tiene sorprendida. Cuando apenas caminaba viniendo de Italia en un barco llamado Princesa Mafalda pidió agua porque tenía sed, y según lo que le contaron, después de hacerle entrega de una jarra de vidrio por accidente se cortó bajo el mentón, y sabiendo de los escasos recursos de la época nos confiesa "mi mamá pensó que me moría y sin embargo mira... se fueron todos y quede yo... esas son evidencias de lo que puede ser la vida." 

Al rato y ya despidiéndonos pasamos por un salón que llama mi atención por tener sillas orientadas hacia una ventana. "Este es el salón para mirar a la calle, como si fuera un cine" me cuenta. 

Y así pasa sus días y ve pasar la vida, como si estuviera en un cine esperando que termine la película.

13 de febrero de 2014

No es la primera vez que me doy cuenta de la extraña convivencia de contradicciones que constituyen mi forma de ser. La guerra permanente entre mis dos yo. 
Se me podría representar con la típica imagen de película con un diablo en un hombro y un ángel en el otro, el ying y el yang comparten espacio en mi mente pero no siempre se complementan como el diseño clásico donde la presencia de opuestos da como resultado un perfecto circulo de armonía. 
En mi creo que falta aprender a unir mis dos mitades y por ahora cada una da vueltas a lo loco haciendo de las suyas y dejándome por resolver un caos que nada tiene de armónico. 
Soy práctica tanto como vueltera, miedosa pero valiente, decidida pero con mil y una dudas, fanática sin entender mi propio fanatismo, racional e idealista, soñadora y muy realista, madura pero infantil, necesito que me protejan pero no pienso dejarme cuidar, fuerte siendo débil, fría y sensible, preocupada con relajación, simplemente complicada, pacíficamente luchadora, ordinariamente diferente, normalmente rara.

De lo que creo estar segura es que conocerme es el primer paso para poder aprovechar al máximo el estar llena de cosas que podrían volverse complementarias si son bien usadas, aunque no siempre es fácil manejarse a uno mismo, todo tiene que ver con el auto control y nadie puede controlar algo que no conoce. Por eso sigo analizándome, poniéndome pruebas en el camino que me obliguen a crecer, intentando superarme cada día un poco más y aprendiendo de la vida para poder vivirla no solo llevándome de ella lo que sea posible sino sabiendo dejar lo suficiente.

11 de febrero de 2014

Me debía a mi misma un balance de un dosmiltrece que terminó con todos los honores llevándose consigo un gran año.
Hasta el momento no había parado a pensar en todo lo que viví y me pareció necesario darle un cierre definitivo para empezar a escribir el dosmilcatorce en una hoja en blanco. 

Si me baso en lo que esperaba yo de mi cuarto año de secundaria era monotonía y aburrimiento, supuse que a nivel escolar no iba a ser un gran desafío ya que se tiene como grandes quiebres a primer y tercer año y segundo me había sido rápido y fácil.
En verdad no fue difícil para nada, si bien siempre hay cosas que hacer (de las que poder quejarse) durante la época de clases tampoco fue la gran locura… una que otra prueba y un par de tareas dieron por aprobado todo muy cómodamente. Sin embargo no fue, ni aburrido ni monótono.

Desde su inicio en enero seguí con el gimnasio al que ya iba hacía unos cuantos meses, pagué de mis ahorros un club porque con todas mis amigas nos habíamos puesto de acuerdo para hacerlo y esa fue una de las cosas que más me decepcionó, ya que esperaba mucho más de un lugar tan lindo y creo que no supimos aprovecharlo bien.

Una vez que empezó el año, mitad por ganas y mitad por hacerle el aguante a una amiga, empecé voley dejando a todos mis conocidos con la boca abierta. Sí, ni soy buena en los deportes ni me llevo bien con el voley peeeero ahí estaba intentándolo, y ya lo había tomado como desafío personal así que tenía decidido seguir hasta el final contra todos los pronósticos. Eso sí, volví loco a más de uno con mis crisis antes de las clases, no es que sea por naturaleza una nena caprichosa pero cuando no tengo ganas de hacer algo que tengo que hacer igual no me aguanto ni yo y ni hablar de las veces que orne(mi amiga) no iba y tenia que decidir si ir sola o quedarme en mi casa. En estas situaciones agradezco mi auto exigencia y mi fuerza de voluntad porque no solo superé cada duda y con el tiempo dejé de torturar gente sino que también hice voley hasta la última clase y orne ya casi ni aparecía. Éste fue uno de mis grandes logros, aunque pueda parecer tonto, en mi vida  significó una gran superación a nivel personal teniendo en cuenta que el único deporte que hasta entonces había hecho era nada menos individualista que natación y mis dotes sociales son bastante limitadas.

Por otro lado el seguir el gimnasio siendo la única actividad que hice por más de un año seguido fue otro logro (sí, hice natación pero en invierno no iba porque tenía frío) y desde hacía un tiempo me había propuesto comer bien para acompañar esto de intentar hacer algo por mi propia humanidad así que valió doble porque todavía sigo con ambos hábitos. De la misma forma que con voley pero más oficial, porque mi amiga dejo definitivamente, fui sola y me sentí muy bien.

A la par de esto gané independencia, volvía a mi casa para dormir, bañarme y comer (a veces estudiaba) y así fui pasando el año (estaba como para aburrirme). Una vez a la semana iba a la casa de mi tío y merendaba con él y con mi primita. Ah! Mi primita!
Otro gran acontecimiento que tuvo este lindo año fue el nacimiento de Ana Clara, la hija de mi prima hermana, que nos tiene a todos completamente embobados.

Por otro lado los viajes jugaron un papel fundamental. 
Empecé en Abril con un viaje que para mi fue soñado. Resulta que desde que tengo uso de razón yo le pedía a mi papá que me llevara a conocer las Cataratas de Iguazú. Siendo sincera no tengo idea de donde salió esta necesidad de ir pero era más que insistente en lo referido al tema. La cuestión es que se nos dio la oportunidad de organizarlo y fueron unos de los días más lindos de mi vida. La experiencia de ir sola con mi papá me encantó, somos los dos muy parecidos en cuestiones que hacen que 4 días de convivencia full time no nos fueran ningún problema, disfrutamos desde el primer instante en el colectivo, las 27hs de ida a base de mates y emoción y la vuelta esperando llegar a casa. El lugar es impresionante, y no puedo todavía, después del tiempo que pasó, encontrar palabras suficientes para describir la sensación de verse en medio de tan magnifica obra natural, es un sobre estímulo a los sentidos donde los colores, olores y sonidos se encargan de dar un espectáculo digno de observar.

Unos cuantos meses después, en las vacaciones de invierno, viajamos con dos de mis mejores amigas y los papás de una de ellas al norte. Salta, Tucumán y Jujuy me dejaron completamente enamorada. Cada lugar con sus paisajes y colores, formas y caminos son a su manera distintos y bellísimos. Por suerte en uno de los lugares tuvimos la posibilidad de hospedarnos en la casa de un conocido en un pueblito chico de Jujuy y gracias a este mismo conocido juntarnos a comer un guiso impresionante con gente de distintos lugares así como también un asado en la casa de un muy buen artesano y pintor local, lo que para mi valió oro porque amo aprender y observar sobre otras culturas y estilos de vida.

Así después de un año movidito llegamos a hablar de mis logros en el colegio que no por ser últimos me tienen menos contenta. Como dije un poco al pasar soy muy auto exigente y el colegio, si bien no me vuelvo loca y le dedico poco tiempo, es una de mis mayores prioridades. No tolero notas bajas (lo que en mi caso seria menos de nueve) y se manejar mis tiempos lo que me permite dejar las cosas para último momento. Tarde o temprano me encargué de ocuparme y poder tener las notas que quería para estar conforme y todo termino de completarse satisfactoriamente cuando me dijeron que era abanderada de la bandera argentina teniendo el mejor promedio de cuarto año. Y algo igual de importante, que había salido elegida mejor compañera.

Con todo esto termino un año en el que crecí muchísimo como persona, siento que pude aprender de cada situación y aprovechar todas las oportunidades.

El balance es más que positivo y sé que de este lindo año quedan en mí muchas cosas grabadas a fuego.  

Este año que ya empezó viene anunciado cambios y finales, cierres, decisiones importantes que tomar y mucho por crecer y disfrutar. Lo voy a dar por empezado en marzo pero mientras lo espero con miedo y ansiedad. 

7 de febrero de 2014

La elegancia del erizo

"Aparentemente de vez en cuando los adultos se toman el tiempo de sentarse a contemplar el desastre de sus vidas. Entonces se lamentan sin comprender , como moscas que chocan una y otra vez contra el mismo cristal, se inquietan, sufren, se consumen, se afligen y se interrogan sobre el engranaje que los ha conducido allí donde no querían ir. Los más inteligentes llegan incluso a hacer de ello una religión: ¡ah, despreciable vacuidad de la existencia burguesa! Hay cínicos de esta índole que comparten mesa con papá: '¿Qué ha sido de nuestros sueños de juventud?', preguntan con aire desencantado y satisfecho. 'Se han desvanecido, y cuan perra es la vida...'. Odio esta falsa lucidez de la edad madura. La verdad es que son como todos los demás: chiquillos que no entienden qué les ha ocurrido y que van de duros cuando en realidad tienen ganas de llorar. 
Sin embargo, es fácil de comprender. El problema está en que los hijos se creen lo que dicen los adultos y, una vez adultos a su vez, se vengan engañando a sus propios hijos. 'La vida tiene un sentido que los adultos conocen' es la mentira universal que todos creen por obligación. Cuando, una vez adulto, uno comprende que no es cierto, ya es demasiado tarde. El misterio permanece intacto, pero hace tiempo que que se ha malgastado en actividades estúpidas toda  la energía disponible. Ya  no le queda a uno más que anesteciarse como puede tratando de enmascarar el hecho de que no le encuentra ningún sentido a la vida, y engaña a sus propios hijos para intentar convencerse mejor a sí mismo."

"Nunca vemos más allá de nuestras certezas y, lo que es más grave todavía, hemos renunciado a conocer a la gente, nos limitamos a conocernos a a nosotros mismos sin reconocernos en esos espejos permanentes. Si nos diéramos cuenta, si tomáramos conciencia del hecho de que no hacemos sino mirarnos a nosotros mismos en el otro, que estamos solos en el desierto, enloqueceríamos. Cuando mi madre le ofrece tejas de la pastelería Ladurée a la señora de Broglie,  se cuenta a si misma la historia de su vida y se limita a mordisquear su propio sabor; cuando papá se bebe su café y se lee su periódico, se contempla en un espejo al estilo del método Coué; cuando Colombe habla de las conferencias de Marian, despotrica sobre su propio reflejo; y cuando la gente pasa delante de la portera, no ve más que vacío porque se trata de otra persona, no de ellos mismos.
Yo suplico al destino que me de la oportunidad de ver más allá de mi misma y de conocer a la gente."

"La señora Michel tiene la elegancia de un erizo: por fuera está cubierta de púas,una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalitos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes."

"Yo en cambio hace tiempo que aprendí que la vida se pasa volando, mirando a los adultos a mi alrededor, tan apresurados siempre, tan agobiados porque se les va a cumplir el plazo, tan ávidos del ahora para no pensar en el mañana... Pero si se teme el mañana es porque no se sabe construir el presente, uno se dice a sí mismo que podrá hacerlo mañana y entonces ya está perdido porque el mañana siempre termina por convertirse en hoy, ¿lo entendéis?
De modo que sobre todo no hay que olvidarlo. Hay que vivir con la certeza de que envejeceremos y que no será algo bonito, ni bueno, ni alegre. Y decirse que lo que importa es el ahora: construir ahora, algo, a toda costa, con todas nuestras fuerzas. Tener siempre en mente la residencia de ancianos para superarse cada día, para hacer que cada día sea imperecedero. Escalar paso a paso cada uno su propio Everest y hacerlo de manera que cada paso sea una pizca de eternidad.
Para eso sirve el futuro: para construir el presente con verdaderos proyectos de seres vivos."

"¿Estoy acaso tan acostumbrada a este eterno vuelta a empezar de lo mismo que la perspectiva de un cambio aún hipotético, que me zambulle en el río del tiempo, me recuerda que estoy sujeta a su fluir? Vivimos cada día como si debiera renacer mañana."

"Vivir, morir: no son más que consecuencias de lo que se ha construido. Lo importante es construir bien. Por ello, me he impuesto una nueva obligación: voy a dejar de deshacer, de derribar, y me voy a poner a construir."

"Setsuko: La verdadera novedad es lo que no envejece, pese al tiempo. La camelia sobre el musgo del templo, el violeta de los montes de kyoto, una taza de porcelana azul, esta eclosión de la belleza en el corazón mismo de las pasiones efímeras, ¿no es acaso a lo que todos aspiramos? ¿Y lo que nosotros, civilizaciones occidentales, no sabemos alcanzar?
La contemplación de la eternidad en el movimiento mismo de la vida."

"¿No os dais cuenta, vosotros, cuando alguien se odia a sí mismo? Ello lleva a estar muerto sin dejar de estar vivo, a anestesiar los malos sentimientos pero también los buenos para no sentir la náusea de ser uno mismo."

"Sirvo el té y lo degustamos en silencio. Nunca antes lo habíamos tomado juntas por la mañana, y esa brecha en el protocolo de nuestro ritual tiene un extraño sabor.
-Es agradable- murmura Manuela.
Sí, es agradable pues gozamos de una doble ofrenda, la de ver consagrada en esta ruptura en el orden de las cosas la inmovilidad de un ritual al que hemos dado forma juntas para que, tarde tras tarde, se enquistara en la realidad hasta el punto de conferirle sentido y consistencia y que, por el hecho de transgredirse esta mañana, adquiere de pronto toda su fuerza; pero saboreamos también, como lo habríamos hecho de haber sido un néctar preciado, el don portentoso de esa mañana incongruente en la que los gestos mecánicos toman un impulso nuevo, en la que aspirar el aroma, probar, dejar reposar, servir de nuevo, beber a pequeños sorbos viene a ser vivir un nuevo renacer. Esos instantes en que se nos revela la trama de nuestra existencia, mediante la fuerza de un ritual que recuperaremos como era antes con mayor placer aún por haberlo infringido, son paréntesis mágicos que le ponen a uno el corazón al borde del alma, porque, fugitiva pero intensamente, una pizca de eternidad ha venido de pronto a fecundar el tiempo. Afuera el mundo ruge o se adormece, arden las guerras, los hombres viven y mueren, perecen unas naciones y surgen otras antes de caer a su vez, arrasadas, y, en todo ese ruido y toda esa furia, en esas erupciones y esas resacas, mientras el mundo va, se incendia, se desgarra y renace, se agita la vida humana.
Entonces, tomamos una taza de té."

"Los que saben hacer las cosas, las hacen; los que no saben, enseñan a hacerlas; los que no saben enseñar, enseñan a los que enseñan, y los que no saben enseñar a los que enseñan, se meten en política. (...)
No significa lo que uno cree que significa. Si uno ascendiera en la escala social de manera proporcional a su incompetencia, os puedo asegurar que el mundo no marcharía como marcha. Pero el problema no es ése. Lo que esta frase quiere decir no es que los incompetentes tengan un lugar bajo el sol, sino que no hay nada más difícil e injusto que la realidad humana: los hombres viven en un mundo donde lo que tiene el poder son las palabras y no los actos, donde la competencia esencial es el dominio del lenguaje. Eso es terrible porque, en el fondo, somos primates programados para comer, dormir, reproducirnos, conquistar y asegurar nuestro territorio, y aquellos animales, ésos siempre se dejan engañar por los otros, los que tienen labia pero serían incapaces de defender su huerto, de traer un conejo para la cena y de procrear como es debido. Es un terrible agravio a nuestra naturaleza animal, una suerte de perversión, de contradicción profunda."

"-Pues ¿alguna vez se ha visto a una pobre experimentar la ebriedad del lenguaje y ejercitarse en él con los demás?-, se saciaría con los libros. Por primera vez, toqué uno en mi vida. Había visto a los mayores de la clase mirar en ellos invisibles rastros, como si una misma fuerza los moviera a todos y, sumiéndose en el silencio, extraer del papel muerto algo que parecía vivo."

"Pero ¿se puede ser tan competente y a la ve tan ciego a la presencia de las cosas?... Pues se diría que sí. Algunas personas son incapaces de aprender en aquello que contemplan lo que constituye su esencia, su hálito intrínseco de vida, y dedican su existencia entera a discurrir sobre los hombres como si de autómatas se tratara, y de las cosas como si no tuviera alma y se resumieran a lo que de ellas puede decirse, al capricho de inspiraciones subjetivas."

"Para que sirve el arte? Para darnos la breve pero fulgurante ilusión de la camelia, abriendo en el tiempo una brecha emocional que parece irreductible a la lógica animal. Como surge el arte? Nace de la capacidad que tiene la mente de esculpir el ámbito sensorial. Que hace el arte por nosotros? Da forma y hace visibles nuestras emociones y, al hacerlo, les atribuye este sello se eternidad que llevan todas las obras que, a través de una forma particular, saben encarnar el universo de los afectos humanos.
El sello de la eternidad... ¿Qué vida ausente siguieren a nuestro corazón estos manjares, estas copas, estos tapices y estos vasos? Más allá de los limites del cuadro, sin duda, el tumulto y el tedio de la vida, esa carrera incesante y vana acosada de proyectos; pero en el interior, la plenitud de un momento en suspenso arrancado al tiempo de la codicia humana.¡La codicia humana! No podemos dejar de desear, y ello nos magnifica y nos mata. ¡El deseo! Nos empuja y nos crucifica, llevándonos cada día al campo de batalla donde, la víspera, fuimos derrotados, pero que, al alba, de nuevo se nos antoja terreno de conquistas; nos hace construir, aunque hayamos de morir mañana, imperios abocados a convertirse en polvo, como si el conocimiento que de su caída próxima tenemos no alterara en nada la sed de edificarlos ahora; nos insufla el recurso de seguir queriendo lo que no podemos poseer y, al llegarla aurora, nos arroja sobre la hierba cubierta de cadáveres, proporcionándonos hasta la hora de nuestra muerte proyectos al instante cumplidos y que al instante se renuevan... Pronto aspiramos a un placer sin búsqueda, soñamos con un estado feliz que no tendría comienzo ni final y en el que la belleza ya no sería fin ni proyecto, sino que devendría la evidencia misma de nuestra naturaleza. Pues bien, ese estado es el Arte. (...)
Pero cuando miramos una naturaleza muerta, cuando, sin haberla perseguido, nos deleitamos con esta belleza que lleva consigo la figuración magnificada e inmóvil de las cosas, gozamos de lo que hemos tenido que codiciar, contemplamos lo que no hemos tenido que querer, nos complacemos en lo que no nos ha sido necesario desear. Entonces la naturaleza muerta, porque conviene a nuestro placer sin entrar en ninguno de nuestros planes, porque se nos da sin el esfuerzo de que la deseemos, encarna la quinta esencia del Arte, esta certeza de lo intemporal. (...) 
Pues el Arte es la emoción sin el deseo."

"Y entonces, lluvia de verano... 
¿Saben lo que es la lluvia de verano? 
Primero la belleza pura horadando el cielo de verano, ese temor respetuoso que se apodera del corazón, sentirse uno tan irrisorio en el centro mismo de lo sublime, tan frágil y tan pleno de la majestuosidad de las cosas, atónito, cautivado, embelesado por la magnificencia del mundo. 
Luego, recorrer un pasillo y, de pronto, penetrar en una cámara de luz. otra dimensión, certezas recién formadas. El cuerpo deja de ser ganga, el espíritu habita las nubes, la fuerza del agua es suya, se anuncian días felices, en un renacer. 
Después, como a veces el llanto, cuando es rotundo, fuerte y solitario, deja tras de sí un gran espacio lavado de discordias, la lluvia, en verano, barriendo el polvo inmóvil, crea en las almas de los seres una suerte de hálito sin fin.
Así, ciertas lluvias de verano se anclan en nosotros como un nuevo corazón que late al unísono del otro."

"A fin de cuentas quizá sea eso la vida: mucha desesperación pero también algunos momentos de belleza donde el tiempo ya no es igual. es como si las notas musicales hicieran una suerte de paréntesis en el tiempo, una suspensión, otro lugar aquí mismo, un siempre en el jamás. 
Sí, eso es, un siempre en el jamás." 

4 de febrero de 2014

Una magnífica demostración del poder del universo, la naturaleza en su máximo esplendor. Un momento de magia que el hombre es incapaz de interrumpir ni contaminar con obras artificiales, tan solo puede contemplar el instante o esperar que pase.

La combinación de factores que ponen en marcha el espectáculo mezclados a su vez con sus efectos sobre el suelo dando el característico olor a tierra mojada que dejan esa sensación de limpieza y hacen que olvide lo grande que puedo sentirme ante el mundo recordándome en cambio lo insignificante que realmente soy ante cada trueno que se ve acompañado por el gotear de a momentos más intenso y en otros casi imperceptible sobre las superficies del cemento que me rodea.

Tan simple y profunda la tormenta llena el vacío silencio de una ciudad que duerme a la espera del arco iris tras el amanecer y en su gran mayoría se priva de lo lindo que es bailar (aunque se dejando que la mente se transporte) bajo la lluvia.

11 de enero de 2014

Me impresiona, cada vez más, como cada persona puede cambiar con un pequeño o gran acto los estados de animo y llegar a convertir un día en inolvidable o insignificante. Como dependemos de los demás. 
Después de un robo que dejo un estado de impotencia, bronca, angustia e inseguridad transformando mi día en enojo y ganas de pasar el tiempo para olvidarme de lo ocurrido pero sin muchas esperanzas de conseguirlo, lo que verdaderamente marcó mi vida fue la reacción de las personas que me rodean. Desde el primer momento la contención fue impresionante pero hoy me regalaron como sorpresa de mi familia lo mismo que me habían sacado.
No me interesa recuperar lo perdido sino sentirme tan querida y apoyada, el gesto de preocupación y amor incondicional es lo que verdaderamente da una caricia al alma y me demuestra que lo que hay que valorar es la familia y el cariño sincero, lo material va y vuelve