quien no lee,
quien no escucha música,
quien no halla encanto en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.
Muere lentamente quien evita una pasión
y su remolino de emociones,
aquellas que regresan el brillo en los ojos
y restauran los corazones destrozados.
Muere letamente quien no gira el volante
cuando esta infeliz con su trabajo o su amor.
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida
huir de los consejos sensatos.
Vive hoy, haz hoy, arriesga hoy.
No te dejes morir lentamente.
No te olvides de ser feliz.
Pablo Neruda