4 de diciembre de 2015



Llega diciembre y me encuentro invadida por la nostalgia del año que se va y al que le quedan poco menos de 30 días, empiezo con los balances y planteos, los recuerdos de pequeñas situaciones y las sensaciones, con toda sus fuerzas, que me generan al recordar.
Vienen a mi mente los miedos del diciembre pasado y ante los que hoy sonrío con cierta vergüenza.
Se me llena la memoria de nombres, miradas, pequeños comentarios al pasar y largas charlas.
Siento, cada diciembre, que se hace formal el hecho de que lo vivido, vivido está, el tiempo no vuelve atrás y solo resta vivir el hoy y esperar lo que vendrá.
A eso, creo yo, se debe mi nostalgia, al saber que lo único que me queda del año que se termina son las enseñanzas, los recuerdos y esos destellos de sentir al recordar.

22 de noviembre de 2015

 
Tiempo. Espacio. Existencia. Ahora. Después. Esperar. Instante. Momentos. Rescuerdos. Sentir. Olvido. Sentido. Pensar. Ideas. Ideales. Vivir.

Palabras, tan cargadas de contenido que a veces las siento vacías, otras veces rebalsan.
Como cuando de tanto pensar o repetir algo pierde lógica o asfixia.

Conceptos que nos generan interrogantes desde que el hombre existe como tal, explicados con pobres intentos desde las ciencia algunas veces, desde la filosofía otras, las religiones también. Pero al final sin certezas. 

Y que loco no?

Nuestra vida es existencia a través del tiempo en un espacio, ahora y después. Esperamos por instantes y momentos, creamos recuerdos. Sentimos y pensamos, nos llenamos de ideas e ideales. Buscamos el sentido de vivir y tememos al olvido. Al final no tenemos certezas de nada de lo que se trara nuestra propia vida.  Nuestra única certeza es el aquí y ahora tal como está. Es este instante para toda la vida. 

Pocas cosas son tan audaces para atacar como el miedo,
el miedo gana convenciéndonos de que ya ganó,
y
si ya perdimos,
para qué luchar?

Nos crea falsos enemigos, esos a los que tememos, oculdando ser él el verdadero enemigo.
La consecuencia del miedo es el miedo en si, es como estar ya muerto, es el problema en si y se multiplica con cada segundo de duda, va ganando terreno en nuestro interior hasta apoderarse de todo.

19 de noviembre de 2015





Y me paso el día pensando y también asi se me pasa la vida y pienso si tanto pensar servirá de algo o solo es desgastante pero aún cuando quiero dejar de hacerlo solo me encuentro por horas pensando en dejar de pensar y descubro que así termino pensando más.



13 de junio de 2015

  
Estamos épocas de consumo masivo. Donde nos acostumbran a la idea de que siempre nos tiene que faltar algo para estar bien , nos venden hasta el aire que respiramos y cada vez es mas grande el vacio que el común de las personas siente cuando se da cuenta de que persiguen ideales imposibles, que no tienen posibilidades de acceder a todo lo que les hicieron creer que necesitaban.

El consumo y la infelicidad (en mi opinón) se ven fomentados por la hiper comunicación con la que convivimos, no solo gracias a las publicidades con mujeres y hombres de cuerpos perfectos y vidas mejores, si no también por el hecho de que vivimos para el resto, mostrando todo el tiempo lo que hacemos y tenemos y viendo lo que hacen y tienen los demás. La vida privada muy pocas veces permanece como tal y los estereotipos que se persiguen son tan inexistentes como las realidades que en general se muestran en las redes. 

Tratar de encajar es más difícil cuando todo está tan a la vista, y los que somos sale a la luz entre lo que tratamos de aparentar. 

Tenemos instalados en la cabeza esos estereotipos de vidas perfectas y felices. La fórmula es basicamente tener un cuerpo del tipo 90-60-90, casarte con un super empresario y tener hijos, en el caso de ser mujer, si sos hombre está la presión por los abdominales marcados, el estar cuidadito pero sin pasar la linea a metrosexual porque puede ser mal visto, tener un buen laburo con un buen sueldo y conseguirte la minita 90-60-90 + los hijos. 

Por suerte y gracias a los mismos medios que ayudaron a instalarlos, muy de a poco, se van derrumbando. 

Creo que la gente se cansó de no encajar en esos lugares donde nadie encaja y decidieron hacer algo al respecto. Y esta buenísimo! Pero todavía falta mucho camino que recorrer. 

¤

A veces me siento rara. Nunca fui fan número uno de encajar en la sociedad y por suerte las personas que me rodean siempre me aceptaron desencajada. Quizás por eso soy feliz. También siento que le debo algo al mundo por el hecho de serlo. Hasta me ha dado verguenza decirlo y cuando me animé en algunos casos generó incomprensión y me llegaron a contestar "vos te autoconvences de que todo esta bien y que sos feliz". 

Juro que me quedé pensando en esa frase como si pudiera llegar a ser cierta. A lo mejor era solo una barrera de defensa de mi mente creer que era feliz sin serlo solo para no sufrir, pero entré en un espiral del que no podia salir porque creyendo que era feliz pasaba a serlo, por negadora o autoconvencida pero feliz al fin. 

Después de pensarlo un tiempo llegué a la conclusión de que a lo mejor no es tan difícil ni tiene tanto trasfondo. Soy feliz. Me encanta disfrutar de las pequeñas cosas de mi día, un cielo nublado, un crepúsculo al atardecer, un cafe caliente, una buena lectura y una linda canción, de mi familia y mis amigos, de estudiar lo que estudio, de aprender, de algunos profesores y sus clases. 

La contratapa de la felicidad es el miedo a que se termine. Es una droga adictiva. Es demasiado frágil.

Hoy acepto convivir con el miedo. Acepto que no me comprendan. Acepto que sea un juego de mi mente o un hecho real. Hoy acepto y elijo ser feliz sin comprar modelos ni estereotipos estafadores. Acepto y elijo ser feliz a mi manera.

9 de mayo de 2015

Lo mismo. Una y otra vez. Siempre lo mismo.



Una de las veces en las que más me cuesta escribir, ordenarme, es cuando lo único que me invade es el enojo. Reflexiones apresuradas (las odio) y el cúmulo de muchas otras que vienen dándome vueltas y vueltas. Los mismo pensamientos recurrentes, los mismo reclamos e insatisfacciones porque a la larga son siempre las mismas situaciones.

Y que quede claro que no es rencor, cuando algo queda en el pasado realmente lo guardo ahí, atrás. No podría convivir con el rencor pero creo que no existe el olvido voluntario. Cuando lo que me hiere se repite muchas veces y siempre proviniendo del mismo lugar es cuando eso que quedó en el pasado vuelve para elevarse en potencia a las veces que va ocurriendo.

Me molesta sentirme una pendeja. Típica adolescente que tiene conflictos con su madre.

Y sé que aca hay más vueltas que la simple adolescencia, hay algo que viene mal hace tiempo, que tiene etapas de calma y con mucho esfurzo las hacemos durar pero a la larga siempre explota.

Como dije antes, escribir con y sobre enojos es difícil, no solo porque las reflexiones están colmadas de sentimiento y van más allá de la razón, también porque cuando la frialdad vuelve me siento una estúpida, vulnerable, frágil, derrotada.

Si hay algo que no tolero es mostrar debilidad y se que en esta expresión de daño dejo en claro hasta que punto me lastima lo que vivo, hasta que punto soy traspasable, débil.

Describir lo que pasó me haría peor porque ni describiendo cada segundo de mi vida ni con un doctorado en letras podría lograr el grado de identificación que necesito de quien lea para sentirme comprendida, porque no se puede empatizar hasta tal grado.

Es la mezcla de lo que recibí y lo que me dieron (tan parecido como distinto uno de otro) es la mezcla de lo que siento con lo que pienso, es una guerra con alguien más y con migo misma.

Si hay algo que aprendimos en este tiempo fue a pelear, a lastimarnos, sabemos en que golpe se esconde el deseado touché, el flechazo en el talón de Aquiles, y usamos cada arma que tenemos, como si no nos quisiéramos ni un poco, peor aún, como si nos odiáramos.

¿Y que tanto hay de verdad en eso de que del amor al odio hay un solo paso?

¿Hasta que punto este jueguito de espadas y escudos no denota claros signos de realidad, de lo que sentimos la una por la otra, de como la vida nos obliga a una cercanía que naturalmente no nos sale?

No se que duele más, si esas palabras alborotadas que salen a los gritos de esa boca dolida y enojada no solo conmigo pero si descargando hasta el último gramo de frustración en mi contra o saber que lo que escribo nos pasa a las dos, que no es un cuento de enojos y abrazos, no es un cuento y no hay abrazos.

Lamentablemente no se como llegamos a esto porque empezó en épocas que no recuerdo, a veces eso me saca peso de responsabilidad, me convenzo de que si no logro recordarlo a lo mejor no lo empecé, aunque se empeñe en hacerme creer que lo genero solo yo, siento, a veces, que no lo empecé. Y digo lamentablemente porque me encantaría saber los cómo y los porqué, me encantaría entendernos. 

Lo que si se es hasta que punto va a haber arrepentimiento, y espero, con toda mi ganas, que para cuando llegue, todo junto, no sea tarde para perdones y ese cuento de los abrazos, porque el único que no nos perdona en esta vida es el tiempo y nosotras aparte de jugar una contra la otra, jugamos contra el tiempo.

Pero la quiero. Tan intensamente como el enojo y la frustración que siento. Y por eso duele. 

30 de abril de 2015

GH 2015

Con el inicio de un nuevo ciclo del ya conocido Gran Hermano y todas las repercuciones que generó por lo menos en los dichos de personas que se podría decir me son bastantes cercanas (principalmente por Twitter) encontré todo tipo de comentarios despectivos hasta el punto de ser contradictorios entre sí. El que no era un boludo por ser virgen era puto o choro, aunque mientras el virgen era boludo también estaba la puta disputandose que era peor, la cheta de country y la travesti o travesaño... 

[Entendí eso de no saber si reir o llorar...]
 
La casa de Gran Hermano es un reflejo claro de la sociedad en la que vivimos. No lo digo desde el suponer que las 15 personas que participan representen un modelo de formas de vida de la gran mayoría de los que están afuera (aunque a lo mejor si forman un rejunte de muchos tipos por lo que puede haber identificaciones) sino desde la repercución, la demanda y esos comentarios despectivos que leí.

Claramente el casting estuvo orientado a la polemica, a vender, a conseguir público, hacer ruido. 

En un presente que proclama aceptación a la diversidad el público elige ver que pasa con una mezcla variada de situaciones personales conviviendo por meses pero criticando cada pequeña diferencia con respecto a los estándares de "normalidad"... y le dan de comer a quienes solo buscaban lo que encontraron. 

No solo estaban los que reconocían mirar el programa y criticaban abiertamente hasta el color de esmalte de uñas con el que entraban sino también estaban quienes los criticaban a ellos por mirar eso; no se si con planes de dar una imagen un poco más culta, por no quedar afuera de las criticas colectivas o por convicción pero no se diferenciaban de quienes querian alejarse, solo se acercaban más.

Y ya que estábamos en días de críticas, como para sumarme estoy criticando a los que critican y a los que criticaban a los que criticaban... -qué cadena!- 

Como conclusión, a pesar de que pensemos que los prejuicios se estaban yendo lamentablemente siguen arraigados culturalmente en lo que somos como sociedad, lo que consumimos y esas criticas que tan livianamente se sueltan haciéndose masivas por las redes sociales, si total el que va a la tele abre el juego a ser criticado. Pero nunca nos olvidemos de que "Lo que Juan dice de Pedro dice más de Juan que de Pedro"...  

12 de abril de 2015

Juguemos a jugar

Hoy entre charla y charla con mi viejo recordaba ciertos espacios mágicos, de esos en los que jugaba concentradísima y al punto de que su recuerdo me genera esa sensación que te transporta a otro mundo, a tu mundo. Lugares que parecían grandes, misteriosos, llenos de un nosequé especial... 

La plaza a la que ibamos con la bici, tenía una camino entre arboles que era pura aventura.  O el balcón de la pieza de mis viejos que me llevaba a un escondite secreto dentro de mi propia casa.
Mis peluches, mi calculadora, un pincel y un tarrito de agua para pintar con la tierra de las masetas en las paredes del balcón grande, mi caja/computadora, esa agenda con la que me hacía la maestra, mi bebote, de vez en cuando alguna muñeca... pequeños portales a dimensiones paralelas, a mundos imaginarios, a historias en ese momento tan reales como las reales, a horas de juego. 

Y que lindo sería tener la capacidad de jugar sin juzgarnos, de liberar nuestra imaginación con esos viejos peluches que quedaron de adorno en la pieza o en esa plaza que solía ser toda una selva... 

Creo que una parte de mi a amor a los libros empieza en el final de mi capacidad de volver a esos viejos juegos, en la necesidad de escapar un rato.

3 de marzo de 2015

Ella, nacida en Italia por 1916 e instalada en Argentina no muchos años después, es de esas mujeres a las que la vida no les tiene piedad y sin embargo siguen firmes y a paso lento avanzando en el camino, sin mirar para atras. 
Casada como se acostumbraba en la época, con un señor que su familia consideró conveniente para ella cuando tenía 12 años de edad siendo apróximadamente 23 años menor que él, aceptó desde un principio la vida que le fue tocando y eligió lo que le fue posible. 
Tuvo 2 hijas no mucho tiempo después de casarse y enviudó jóven después de hipotecar su casa para tratar de salvar a su marido. Tomó un trabajo a tiempo completo en una casa a la que problemas no le faltaban y con sus hijas ya en edad madura dedicó sus años a críar a dos niñas que perdieron a su mamá a muy temprana edad. 
Los años fueron pasando y no libres de alguna que otra tragedia, ya de grande le tocó luchar contra su propia familia mendigando atención y cariño y enfrentó con admirable entereza la muerte de sus dos hijas por distintas causas. 

Hoy, en el aniversario número 99 de su nacimiento, se encuentra en un geriátrico tomando mates con esas dos pequeñas a las cuidaba a cambio de hospedaje y un sueldo hace 45 años, de las que nunca se alejó y a las que jamás terminó de considerar un trabajo y la hija de una de ellas (yo) .
Entre mate y mate pide que la llevemos con nosotras argumentando que despacito ella puede ser muy útil en la casa barriendo, doblando ropa, haciendo las camas... y reta a mi mamá por no aceptar su ayuda, tratándola de caprichosa y exponiendo su teoría de que no aceptar ayuda hace que viva nerviosa. (No es que esté equivocada pero está más allá de lo que podemos hacer, tratando de cuidarla, el llevarla con nosotras.)
 
Dentro de lo que fuimos hablando me decía: 
"Mirá la Nana, con tantos años, cuántas cosas pensé que iba a perder y perdí y vi que seguía despacito y lloré, grité y vi que había cosas que no podía cambiar." 
"La vida nos lleva pero no te da nada, no te da tregua, hay que seguirla a la tregua." 
"La voluntad lleva a todo, la voluntad y el hacer las cosas." 

El mensaje de resignación, aceptación, paciencia, lucha, voluntad y fortaleza que transmite en sus palabras me hizo ver con otros ojos, me puso pausa al tiempo en días como los que vivimos, donde pareciera que el tiempo corre cada vez más rápido y estamos obligados a seguir el ritmo impuesto. En estos días ella me corrió al costado del camino, me hizo ver su vida pasar y me enseño un poquito como ir aprendiendo a tomar las riendas de la mía.

Agradezco que las vueltas de la vida hayan cruzado nuestros destinos y cada uno de estos momentos que pasamos los guardo en lo más profundo de mi ser. Feliz de formar parte, por pequeña que sea, de tus 99 años de historia, espero sigas con la fuerza que tenes que llegas al siglo.  

Para vos y pensando en vos mi querida Nana¡FelizCumpleaños!

25 de febrero de 2015

Que linda es la lluvia cuando llega significando paz, siendo solo parte de un día que adaptamos para disfrutarla, cuando trae consigo ese brisa fresca con olor a humedad y el cielo se tiñe de gris. 
Sin embargo cuando esta misma lluvia cambia su significado de paz a destrucción es cuando en vez de ser eso que disfrutamos es una catástrofe que no podemos controlar y sabemos que si no para va a arrasar con todo. 

Hace un tiempo, cuando mi abuela santafesina vino a visitarme, me contaba qué lindo era dormir en este departamento de Rosario las noches de lluvia... (y me dejó pensando...) 
Sus noches de lluvia no son justamente acostarse a disrutar del ruido de cada gota sobre el techo o el asfalto, sino que se tratan de contar cada gota que cae, levantar la mayor cantidad de muebles del piso, y ponerse a rezar al compaz de esa lluvia mientras sabe que todo lo suyo peligra, ya lo vivió...
Años atrás tuvo que encontrarse después de uno de estos días de lluvia parada en la terraza del vecino mirando como por el techo de su propia casa pasaban sus cosas flotando. Tuvo que volver a entrar y encontrar pisos levantados, paredes terriblemente mojadas, electrodomésticos rotos y lo más triste, todas sus fotos y recuedos en papel ya no existían. 

Así es como todo tiene el color de lo vivido y hay significados tan personales como reales. Así es como esta lluvia que me encanta en Rosario ruego que pare en Santa Fe.

10 de febrero de 2015

En esta tarde de febrero las nubes no se mueven y el cielo yace ahí, como siempre, solo como hoy... Siendo complice de cada amanecer y cada puesta de sol, de cada lluvia pasajera y cada tormenta furiosa, de cada risa escondida en rincones de tierras lejanas, cada revolución y revelación, cada nacimiento y cada muerte. 

Nos muestra todo y esconde a la vez los más íntimos secretos del universo, los esconde a la vista de cualquiera.

Creemos que sabemos mucho y a la vez ignoramos mucho más.
 
Y observarlo me hace pensar en que tan insignificantes somos ante la ennormidad que nos rodea, en el todo y la nada, en esto, aquello y todo lo demás... 
 
¿El cielo es el limite? 
06/02

19 de enero de 2015

Pensamos, hacemos, vivimos. 
Pensamos en lo que hacemos para que repercuta en lo que vivimos. 
Pensamos en lo que queremos vivir. 

Muchas veces cuando pienso en que lo que hago va a lograr que lo vivido siga mis leyes me doy cuenta de que en este mundo estamos entrelazados con los pensar, hacer y vivir de muchos otros a nuestro alrededor y que en este loco juego de estrategias nada es tan simple como vivir con buenas intensiones ni pensar que por el solo hecho de sentir un fuerte deseo por algo se convertirá en realidad. 

Me resisto a creer que las buenas intensiones y los deseos no sean en el camino, muy por el contrario convencida de que así es busco de infinitas formas como lograr una unidad uniforme integrada de lo que pienso que es mejor hacer, lo que quiero con todas mis fuerzas, lo que tengo ganas de vivir y el componente sorpresa... exactamente lo mismo pero en otra cabeza. 

Pero, dónde se encuentra el limite entre lo que es mejor para alguien, lo que yo pienso que es mejor para alguien y lo que ese alguien piensa que es mejor para sí mismo? 
Cómo se puede llegar a que esta guerra de subjetividades sea beneficiosa y no destructiva? 

A raíz de haber pensado o querido pensar que una situación en particular iba a ser positiva y chocarme contra la pared de que lo planeado solo existió en mi cabeza, si es que llego en algún momento a tener por lo menos esa mínima existencia; y se ríe de mi con forma de utopía, mostrándome que ingenua puedo ser pensado que controlo al menos algo en este enredo de rivales que por que se quieren se matan y por que se matan se odian. 

Aquí estoy nuevamente equivocándome mientras intento descifrar el por qué de la anterior equivocación, quizás hasta compartiendo ese por qué al andar, pensando, todavía, que por pensar soluciono, mejoro o controlo algo. Analizando cuidadosamente mis propios enredos y aún cuando no puedo con ellos intentándolo con enredos ajenos.

Quizás la solución este en dejar de buscar soluciones tan subjetivas y unilaterales, en fluir, en dejar de pensar que mis buenas intensiones y mis mas profundos deseos pueden convencer al enemigo de rendirse en plena guerra, o dejar de creer que la mía sería la mejor de las formas para ambas partes.

Mientras más pienso en esto llego a la conclusión de que quizás simplemente tenga dejar de pensar .