16 de febrero de 2014

Avisan por altavoz que la busquen porque tenía visitas. Se asoma al pasillo. Nos reconoce. 

Sus ojos se llenan de una mezcla de felicidad y nostalgia. Nos agradece que vayamos y cuenta que los días se le hacen largos, que cuesta pasar las horas y que le alegra que vayan a verla porque le gusta ver gente y poder hablar... Le gusta el lugar donde esta, la tratan bien, hay buena comida y puede salir a pasear por lo grande del espacio. Pero no hay excusas que valgan cuando la monotonía se apodera de los días y la vida se comienza a transformar en una sala de espera en la que uno se sienta viendo en el reloj el pasar de las horas y en el almanaque los meses sabiendo que ya todo esta por terminar, sin poder hacer demasiado para que la espera sea mas interesante y tampoco pudiendo evitar el final. 

Ante la pregunta de "¿Cómo estás?" su respuesta muestra su sabiduría "Y... acá estamos... hay que tener paciencia!" 

Sin escuchar, sin ver bien, caminando despacito y a grandes esfuerzos pero con una mente en excelentes condiciones que recuerda detalles precisos del siglo pasado, la paciencia es lo único que puede ser salvadora de la locura. 

Y me quedo ahí, admirándola, con la mirada fija en las arrugas de su piel, una sonrisa imborrable en mi cara, ojos curiosos y temerosos y un terremoto interno. Intento grabar en mi cada una de sus palabras, aprender de su forma de tomar la vida, escuchar todo lo que dice y siento, una vez más, que el tiempo me corre y tiene asegurado su triunfo antes de empezar la carrera. La vuelvo a mirar. Esta vez a los ojos. Me encuentro con sus ojos, su mirada, su interior. Encuentro dolor, cansancio, resignación, encierro, el peso del pasado que fue y no volverá a ser, de las muertes que la dejaron sola, del sacrificio como emblema de su vida, de la necesidad de recibir más porque dio todo. 

Así con esa lucidez que la caracteriza nos cuenta algo que hasta a ella la tiene sorprendida. Cuando apenas caminaba viniendo de Italia en un barco llamado Princesa Mafalda pidió agua porque tenía sed, y según lo que le contaron, después de hacerle entrega de una jarra de vidrio por accidente se cortó bajo el mentón, y sabiendo de los escasos recursos de la época nos confiesa "mi mamá pensó que me moría y sin embargo mira... se fueron todos y quede yo... esas son evidencias de lo que puede ser la vida." 

Al rato y ya despidiéndonos pasamos por un salón que llama mi atención por tener sillas orientadas hacia una ventana. "Este es el salón para mirar a la calle, como si fuera un cine" me cuenta. 

Y así pasa sus días y ve pasar la vida, como si estuviera en un cine esperando que termine la película.

13 de febrero de 2014

No es la primera vez que me doy cuenta de la extraña convivencia de contradicciones que constituyen mi forma de ser. La guerra permanente entre mis dos yo. 
Se me podría representar con la típica imagen de película con un diablo en un hombro y un ángel en el otro, el ying y el yang comparten espacio en mi mente pero no siempre se complementan como el diseño clásico donde la presencia de opuestos da como resultado un perfecto circulo de armonía. 
En mi creo que falta aprender a unir mis dos mitades y por ahora cada una da vueltas a lo loco haciendo de las suyas y dejándome por resolver un caos que nada tiene de armónico. 
Soy práctica tanto como vueltera, miedosa pero valiente, decidida pero con mil y una dudas, fanática sin entender mi propio fanatismo, racional e idealista, soñadora y muy realista, madura pero infantil, necesito que me protejan pero no pienso dejarme cuidar, fuerte siendo débil, fría y sensible, preocupada con relajación, simplemente complicada, pacíficamente luchadora, ordinariamente diferente, normalmente rara.

De lo que creo estar segura es que conocerme es el primer paso para poder aprovechar al máximo el estar llena de cosas que podrían volverse complementarias si son bien usadas, aunque no siempre es fácil manejarse a uno mismo, todo tiene que ver con el auto control y nadie puede controlar algo que no conoce. Por eso sigo analizándome, poniéndome pruebas en el camino que me obliguen a crecer, intentando superarme cada día un poco más y aprendiendo de la vida para poder vivirla no solo llevándome de ella lo que sea posible sino sabiendo dejar lo suficiente.

11 de febrero de 2014

Me debía a mi misma un balance de un dosmiltrece que terminó con todos los honores llevándose consigo un gran año.
Hasta el momento no había parado a pensar en todo lo que viví y me pareció necesario darle un cierre definitivo para empezar a escribir el dosmilcatorce en una hoja en blanco. 

Si me baso en lo que esperaba yo de mi cuarto año de secundaria era monotonía y aburrimiento, supuse que a nivel escolar no iba a ser un gran desafío ya que se tiene como grandes quiebres a primer y tercer año y segundo me había sido rápido y fácil.
En verdad no fue difícil para nada, si bien siempre hay cosas que hacer (de las que poder quejarse) durante la época de clases tampoco fue la gran locura… una que otra prueba y un par de tareas dieron por aprobado todo muy cómodamente. Sin embargo no fue, ni aburrido ni monótono.

Desde su inicio en enero seguí con el gimnasio al que ya iba hacía unos cuantos meses, pagué de mis ahorros un club porque con todas mis amigas nos habíamos puesto de acuerdo para hacerlo y esa fue una de las cosas que más me decepcionó, ya que esperaba mucho más de un lugar tan lindo y creo que no supimos aprovecharlo bien.

Una vez que empezó el año, mitad por ganas y mitad por hacerle el aguante a una amiga, empecé voley dejando a todos mis conocidos con la boca abierta. Sí, ni soy buena en los deportes ni me llevo bien con el voley peeeero ahí estaba intentándolo, y ya lo había tomado como desafío personal así que tenía decidido seguir hasta el final contra todos los pronósticos. Eso sí, volví loco a más de uno con mis crisis antes de las clases, no es que sea por naturaleza una nena caprichosa pero cuando no tengo ganas de hacer algo que tengo que hacer igual no me aguanto ni yo y ni hablar de las veces que orne(mi amiga) no iba y tenia que decidir si ir sola o quedarme en mi casa. En estas situaciones agradezco mi auto exigencia y mi fuerza de voluntad porque no solo superé cada duda y con el tiempo dejé de torturar gente sino que también hice voley hasta la última clase y orne ya casi ni aparecía. Éste fue uno de mis grandes logros, aunque pueda parecer tonto, en mi vida  significó una gran superación a nivel personal teniendo en cuenta que el único deporte que hasta entonces había hecho era nada menos individualista que natación y mis dotes sociales son bastante limitadas.

Por otro lado el seguir el gimnasio siendo la única actividad que hice por más de un año seguido fue otro logro (sí, hice natación pero en invierno no iba porque tenía frío) y desde hacía un tiempo me había propuesto comer bien para acompañar esto de intentar hacer algo por mi propia humanidad así que valió doble porque todavía sigo con ambos hábitos. De la misma forma que con voley pero más oficial, porque mi amiga dejo definitivamente, fui sola y me sentí muy bien.

A la par de esto gané independencia, volvía a mi casa para dormir, bañarme y comer (a veces estudiaba) y así fui pasando el año (estaba como para aburrirme). Una vez a la semana iba a la casa de mi tío y merendaba con él y con mi primita. Ah! Mi primita!
Otro gran acontecimiento que tuvo este lindo año fue el nacimiento de Ana Clara, la hija de mi prima hermana, que nos tiene a todos completamente embobados.

Por otro lado los viajes jugaron un papel fundamental. 
Empecé en Abril con un viaje que para mi fue soñado. Resulta que desde que tengo uso de razón yo le pedía a mi papá que me llevara a conocer las Cataratas de Iguazú. Siendo sincera no tengo idea de donde salió esta necesidad de ir pero era más que insistente en lo referido al tema. La cuestión es que se nos dio la oportunidad de organizarlo y fueron unos de los días más lindos de mi vida. La experiencia de ir sola con mi papá me encantó, somos los dos muy parecidos en cuestiones que hacen que 4 días de convivencia full time no nos fueran ningún problema, disfrutamos desde el primer instante en el colectivo, las 27hs de ida a base de mates y emoción y la vuelta esperando llegar a casa. El lugar es impresionante, y no puedo todavía, después del tiempo que pasó, encontrar palabras suficientes para describir la sensación de verse en medio de tan magnifica obra natural, es un sobre estímulo a los sentidos donde los colores, olores y sonidos se encargan de dar un espectáculo digno de observar.

Unos cuantos meses después, en las vacaciones de invierno, viajamos con dos de mis mejores amigas y los papás de una de ellas al norte. Salta, Tucumán y Jujuy me dejaron completamente enamorada. Cada lugar con sus paisajes y colores, formas y caminos son a su manera distintos y bellísimos. Por suerte en uno de los lugares tuvimos la posibilidad de hospedarnos en la casa de un conocido en un pueblito chico de Jujuy y gracias a este mismo conocido juntarnos a comer un guiso impresionante con gente de distintos lugares así como también un asado en la casa de un muy buen artesano y pintor local, lo que para mi valió oro porque amo aprender y observar sobre otras culturas y estilos de vida.

Así después de un año movidito llegamos a hablar de mis logros en el colegio que no por ser últimos me tienen menos contenta. Como dije un poco al pasar soy muy auto exigente y el colegio, si bien no me vuelvo loca y le dedico poco tiempo, es una de mis mayores prioridades. No tolero notas bajas (lo que en mi caso seria menos de nueve) y se manejar mis tiempos lo que me permite dejar las cosas para último momento. Tarde o temprano me encargué de ocuparme y poder tener las notas que quería para estar conforme y todo termino de completarse satisfactoriamente cuando me dijeron que era abanderada de la bandera argentina teniendo el mejor promedio de cuarto año. Y algo igual de importante, que había salido elegida mejor compañera.

Con todo esto termino un año en el que crecí muchísimo como persona, siento que pude aprender de cada situación y aprovechar todas las oportunidades.

El balance es más que positivo y sé que de este lindo año quedan en mí muchas cosas grabadas a fuego.  

Este año que ya empezó viene anunciado cambios y finales, cierres, decisiones importantes que tomar y mucho por crecer y disfrutar. Lo voy a dar por empezado en marzo pero mientras lo espero con miedo y ansiedad. 

7 de febrero de 2014

La elegancia del erizo

"Aparentemente de vez en cuando los adultos se toman el tiempo de sentarse a contemplar el desastre de sus vidas. Entonces se lamentan sin comprender , como moscas que chocan una y otra vez contra el mismo cristal, se inquietan, sufren, se consumen, se afligen y se interrogan sobre el engranaje que los ha conducido allí donde no querían ir. Los más inteligentes llegan incluso a hacer de ello una religión: ¡ah, despreciable vacuidad de la existencia burguesa! Hay cínicos de esta índole que comparten mesa con papá: '¿Qué ha sido de nuestros sueños de juventud?', preguntan con aire desencantado y satisfecho. 'Se han desvanecido, y cuan perra es la vida...'. Odio esta falsa lucidez de la edad madura. La verdad es que son como todos los demás: chiquillos que no entienden qué les ha ocurrido y que van de duros cuando en realidad tienen ganas de llorar. 
Sin embargo, es fácil de comprender. El problema está en que los hijos se creen lo que dicen los adultos y, una vez adultos a su vez, se vengan engañando a sus propios hijos. 'La vida tiene un sentido que los adultos conocen' es la mentira universal que todos creen por obligación. Cuando, una vez adulto, uno comprende que no es cierto, ya es demasiado tarde. El misterio permanece intacto, pero hace tiempo que que se ha malgastado en actividades estúpidas toda  la energía disponible. Ya  no le queda a uno más que anesteciarse como puede tratando de enmascarar el hecho de que no le encuentra ningún sentido a la vida, y engaña a sus propios hijos para intentar convencerse mejor a sí mismo."

"Nunca vemos más allá de nuestras certezas y, lo que es más grave todavía, hemos renunciado a conocer a la gente, nos limitamos a conocernos a a nosotros mismos sin reconocernos en esos espejos permanentes. Si nos diéramos cuenta, si tomáramos conciencia del hecho de que no hacemos sino mirarnos a nosotros mismos en el otro, que estamos solos en el desierto, enloqueceríamos. Cuando mi madre le ofrece tejas de la pastelería Ladurée a la señora de Broglie,  se cuenta a si misma la historia de su vida y se limita a mordisquear su propio sabor; cuando papá se bebe su café y se lee su periódico, se contempla en un espejo al estilo del método Coué; cuando Colombe habla de las conferencias de Marian, despotrica sobre su propio reflejo; y cuando la gente pasa delante de la portera, no ve más que vacío porque se trata de otra persona, no de ellos mismos.
Yo suplico al destino que me de la oportunidad de ver más allá de mi misma y de conocer a la gente."

"La señora Michel tiene la elegancia de un erizo: por fuera está cubierta de púas,una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalitos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes."

"Yo en cambio hace tiempo que aprendí que la vida se pasa volando, mirando a los adultos a mi alrededor, tan apresurados siempre, tan agobiados porque se les va a cumplir el plazo, tan ávidos del ahora para no pensar en el mañana... Pero si se teme el mañana es porque no se sabe construir el presente, uno se dice a sí mismo que podrá hacerlo mañana y entonces ya está perdido porque el mañana siempre termina por convertirse en hoy, ¿lo entendéis?
De modo que sobre todo no hay que olvidarlo. Hay que vivir con la certeza de que envejeceremos y que no será algo bonito, ni bueno, ni alegre. Y decirse que lo que importa es el ahora: construir ahora, algo, a toda costa, con todas nuestras fuerzas. Tener siempre en mente la residencia de ancianos para superarse cada día, para hacer que cada día sea imperecedero. Escalar paso a paso cada uno su propio Everest y hacerlo de manera que cada paso sea una pizca de eternidad.
Para eso sirve el futuro: para construir el presente con verdaderos proyectos de seres vivos."

"¿Estoy acaso tan acostumbrada a este eterno vuelta a empezar de lo mismo que la perspectiva de un cambio aún hipotético, que me zambulle en el río del tiempo, me recuerda que estoy sujeta a su fluir? Vivimos cada día como si debiera renacer mañana."

"Vivir, morir: no son más que consecuencias de lo que se ha construido. Lo importante es construir bien. Por ello, me he impuesto una nueva obligación: voy a dejar de deshacer, de derribar, y me voy a poner a construir."

"Setsuko: La verdadera novedad es lo que no envejece, pese al tiempo. La camelia sobre el musgo del templo, el violeta de los montes de kyoto, una taza de porcelana azul, esta eclosión de la belleza en el corazón mismo de las pasiones efímeras, ¿no es acaso a lo que todos aspiramos? ¿Y lo que nosotros, civilizaciones occidentales, no sabemos alcanzar?
La contemplación de la eternidad en el movimiento mismo de la vida."

"¿No os dais cuenta, vosotros, cuando alguien se odia a sí mismo? Ello lleva a estar muerto sin dejar de estar vivo, a anestesiar los malos sentimientos pero también los buenos para no sentir la náusea de ser uno mismo."

"Sirvo el té y lo degustamos en silencio. Nunca antes lo habíamos tomado juntas por la mañana, y esa brecha en el protocolo de nuestro ritual tiene un extraño sabor.
-Es agradable- murmura Manuela.
Sí, es agradable pues gozamos de una doble ofrenda, la de ver consagrada en esta ruptura en el orden de las cosas la inmovilidad de un ritual al que hemos dado forma juntas para que, tarde tras tarde, se enquistara en la realidad hasta el punto de conferirle sentido y consistencia y que, por el hecho de transgredirse esta mañana, adquiere de pronto toda su fuerza; pero saboreamos también, como lo habríamos hecho de haber sido un néctar preciado, el don portentoso de esa mañana incongruente en la que los gestos mecánicos toman un impulso nuevo, en la que aspirar el aroma, probar, dejar reposar, servir de nuevo, beber a pequeños sorbos viene a ser vivir un nuevo renacer. Esos instantes en que se nos revela la trama de nuestra existencia, mediante la fuerza de un ritual que recuperaremos como era antes con mayor placer aún por haberlo infringido, son paréntesis mágicos que le ponen a uno el corazón al borde del alma, porque, fugitiva pero intensamente, una pizca de eternidad ha venido de pronto a fecundar el tiempo. Afuera el mundo ruge o se adormece, arden las guerras, los hombres viven y mueren, perecen unas naciones y surgen otras antes de caer a su vez, arrasadas, y, en todo ese ruido y toda esa furia, en esas erupciones y esas resacas, mientras el mundo va, se incendia, se desgarra y renace, se agita la vida humana.
Entonces, tomamos una taza de té."

"Los que saben hacer las cosas, las hacen; los que no saben, enseñan a hacerlas; los que no saben enseñar, enseñan a los que enseñan, y los que no saben enseñar a los que enseñan, se meten en política. (...)
No significa lo que uno cree que significa. Si uno ascendiera en la escala social de manera proporcional a su incompetencia, os puedo asegurar que el mundo no marcharía como marcha. Pero el problema no es ése. Lo que esta frase quiere decir no es que los incompetentes tengan un lugar bajo el sol, sino que no hay nada más difícil e injusto que la realidad humana: los hombres viven en un mundo donde lo que tiene el poder son las palabras y no los actos, donde la competencia esencial es el dominio del lenguaje. Eso es terrible porque, en el fondo, somos primates programados para comer, dormir, reproducirnos, conquistar y asegurar nuestro territorio, y aquellos animales, ésos siempre se dejan engañar por los otros, los que tienen labia pero serían incapaces de defender su huerto, de traer un conejo para la cena y de procrear como es debido. Es un terrible agravio a nuestra naturaleza animal, una suerte de perversión, de contradicción profunda."

"-Pues ¿alguna vez se ha visto a una pobre experimentar la ebriedad del lenguaje y ejercitarse en él con los demás?-, se saciaría con los libros. Por primera vez, toqué uno en mi vida. Había visto a los mayores de la clase mirar en ellos invisibles rastros, como si una misma fuerza los moviera a todos y, sumiéndose en el silencio, extraer del papel muerto algo que parecía vivo."

"Pero ¿se puede ser tan competente y a la ve tan ciego a la presencia de las cosas?... Pues se diría que sí. Algunas personas son incapaces de aprender en aquello que contemplan lo que constituye su esencia, su hálito intrínseco de vida, y dedican su existencia entera a discurrir sobre los hombres como si de autómatas se tratara, y de las cosas como si no tuviera alma y se resumieran a lo que de ellas puede decirse, al capricho de inspiraciones subjetivas."

"Para que sirve el arte? Para darnos la breve pero fulgurante ilusión de la camelia, abriendo en el tiempo una brecha emocional que parece irreductible a la lógica animal. Como surge el arte? Nace de la capacidad que tiene la mente de esculpir el ámbito sensorial. Que hace el arte por nosotros? Da forma y hace visibles nuestras emociones y, al hacerlo, les atribuye este sello se eternidad que llevan todas las obras que, a través de una forma particular, saben encarnar el universo de los afectos humanos.
El sello de la eternidad... ¿Qué vida ausente siguieren a nuestro corazón estos manjares, estas copas, estos tapices y estos vasos? Más allá de los limites del cuadro, sin duda, el tumulto y el tedio de la vida, esa carrera incesante y vana acosada de proyectos; pero en el interior, la plenitud de un momento en suspenso arrancado al tiempo de la codicia humana.¡La codicia humana! No podemos dejar de desear, y ello nos magnifica y nos mata. ¡El deseo! Nos empuja y nos crucifica, llevándonos cada día al campo de batalla donde, la víspera, fuimos derrotados, pero que, al alba, de nuevo se nos antoja terreno de conquistas; nos hace construir, aunque hayamos de morir mañana, imperios abocados a convertirse en polvo, como si el conocimiento que de su caída próxima tenemos no alterara en nada la sed de edificarlos ahora; nos insufla el recurso de seguir queriendo lo que no podemos poseer y, al llegarla aurora, nos arroja sobre la hierba cubierta de cadáveres, proporcionándonos hasta la hora de nuestra muerte proyectos al instante cumplidos y que al instante se renuevan... Pronto aspiramos a un placer sin búsqueda, soñamos con un estado feliz que no tendría comienzo ni final y en el que la belleza ya no sería fin ni proyecto, sino que devendría la evidencia misma de nuestra naturaleza. Pues bien, ese estado es el Arte. (...)
Pero cuando miramos una naturaleza muerta, cuando, sin haberla perseguido, nos deleitamos con esta belleza que lleva consigo la figuración magnificada e inmóvil de las cosas, gozamos de lo que hemos tenido que codiciar, contemplamos lo que no hemos tenido que querer, nos complacemos en lo que no nos ha sido necesario desear. Entonces la naturaleza muerta, porque conviene a nuestro placer sin entrar en ninguno de nuestros planes, porque se nos da sin el esfuerzo de que la deseemos, encarna la quinta esencia del Arte, esta certeza de lo intemporal. (...) 
Pues el Arte es la emoción sin el deseo."

"Y entonces, lluvia de verano... 
¿Saben lo que es la lluvia de verano? 
Primero la belleza pura horadando el cielo de verano, ese temor respetuoso que se apodera del corazón, sentirse uno tan irrisorio en el centro mismo de lo sublime, tan frágil y tan pleno de la majestuosidad de las cosas, atónito, cautivado, embelesado por la magnificencia del mundo. 
Luego, recorrer un pasillo y, de pronto, penetrar en una cámara de luz. otra dimensión, certezas recién formadas. El cuerpo deja de ser ganga, el espíritu habita las nubes, la fuerza del agua es suya, se anuncian días felices, en un renacer. 
Después, como a veces el llanto, cuando es rotundo, fuerte y solitario, deja tras de sí un gran espacio lavado de discordias, la lluvia, en verano, barriendo el polvo inmóvil, crea en las almas de los seres una suerte de hálito sin fin.
Así, ciertas lluvias de verano se anclan en nosotros como un nuevo corazón que late al unísono del otro."

"A fin de cuentas quizá sea eso la vida: mucha desesperación pero también algunos momentos de belleza donde el tiempo ya no es igual. es como si las notas musicales hicieran una suerte de paréntesis en el tiempo, una suspensión, otro lugar aquí mismo, un siempre en el jamás. 
Sí, eso es, un siempre en el jamás." 

4 de febrero de 2014

Una magnífica demostración del poder del universo, la naturaleza en su máximo esplendor. Un momento de magia que el hombre es incapaz de interrumpir ni contaminar con obras artificiales, tan solo puede contemplar el instante o esperar que pase.

La combinación de factores que ponen en marcha el espectáculo mezclados a su vez con sus efectos sobre el suelo dando el característico olor a tierra mojada que dejan esa sensación de limpieza y hacen que olvide lo grande que puedo sentirme ante el mundo recordándome en cambio lo insignificante que realmente soy ante cada trueno que se ve acompañado por el gotear de a momentos más intenso y en otros casi imperceptible sobre las superficies del cemento que me rodea.

Tan simple y profunda la tormenta llena el vacío silencio de una ciudad que duerme a la espera del arco iris tras el amanecer y en su gran mayoría se priva de lo lindo que es bailar (aunque se dejando que la mente se transporte) bajo la lluvia.